Esta casa fue diseñada para dos ingenieros que compraron una parcela con pocas vistas, pero a poca distancia del centro del pueblo. El encargo fue construir una casa sencilla pero interesante para disfrutar ahí de su jubilación. El proyecto incorpora la gran encina que ocupa aproximadamente una cuarta parte de la superficie de la parcela.
Como el árbol se encuentra en la esquina norte de la parcela, la casa se sitúa en la esquina sur y tiene un diseño en forma de L que envuelve el árbol. Sin vistas exteriores interesantes, la casa se diseña de forma introvertida, focalizada en el árbol y con un espacio de jardín a su alrededor. La piscina, sin embargo, se colocar en el lado sur para obtener la máxima luz solar. Creamos una conexión entre ambos jardines a través del comedor, como un espacio transparente que conecta el jardín fresco y privado del norte con el jardín soleado y más expuesto del lado de la calle. Este diseño permite ver directamente a través de la casa, enmarcando la vista del árbol.
Con una fachada totalmente acristalada y practicable, el comedor se convierte en un porche abierto y cubierto que favorece la ventilación cruzada del espacio interior de la vivienda. También sirve para separar el volumen de dos plantas de la casa principal del anexo, que contiene el dormitorio de invitados que funciona también como despacho. Diferenciamos los espacios de día y de noche al revestir las fachadas con diferentes materiales. El anexo y las habitaciones de la planta superior están revestidos con madera de ciprés carbonizada, utilizando la técnica japonesa de Shou Sugi Ban, que quema la capa exterior de la madera para impermeabilizarla y se obtiene así el color negro de acabado.
Las fachadas de los espacios de día como la sala de estar y la cocina tienen un acabado enlucido con textura irregular en un tono claro, creando así un contraste, que continúa en el interior de la casa. En el interior utilizamos una mezcla de pladur y madera CLT vista para techos, excepto donde tenemos falsos techos. Los muebles empotrados tienen el mismo acabado que la madera CLT de la estructura vista y muchas obras de arte acompañarán al diseño, todas pintadas por uno de los padres de la pareja.
La casa está diseñada como Passivhaus, lo que significa que el edificio tiene una muy baja demanda de calefacción y refrigeración, mientras que un sofisticado sistema de ventilación con recuperación de calor controla la temperatura y la humedad de la habitación interior. El método de construcción es una mezcla de forjados y muros de CLT (Cross Laminated Timber) combinados con muros de entramado de madera, con aislamiento continuo que evita los puentes térmicos y la consiguiente pérdida o ganancia de calor.
Uno de los mayores desafíos del proyecto fue encontrar la manera de incluir un garaje con dos plazas de aparcamiento en un sótano que, debido a la estricta normativa, tenía que ubicarse directamente debajo de la huella de la planta baja, ser accesible con una rampa que cumpla la pendiente máxima permitida y no invadir el espacio ocupado por las raíces del árbol. La solución fue crear una rampa en la parte baja de la parcela, consiguiendo también espacio suficiente para maniobrar cómodamente el vehículo.