Se trata de un pequeño proyecto de interiorismo que consistió en el diseño de tres zonas que el cliente quería renovar por completo: un despacho donde había un antiguo almacén y una sala de estar con una zona de bar en el espacio que se había utilizado como gimnasio hasta el momento.
Tuvimos que diseñar mobiliario a medida con un toque modern mid-century de pino tintado en el mismo tono que las carpinterías existentes en la casa.
En el despacho diseñamos una mesa, una serie de estanterías y archivadores que se sustentan sobre unos perfiles de acero negro ya que los tabiques eran de Pladur y no podíamos apoyarnos allí. Las ventanas existentes en la habitación abrían hacia el interior del reducido espacio, así que creamos unas tapas en el escritorio que pueden extraerse cuando esas ventanas se abren sin bloquear su recorrido; de este modo aprovechamos hasta el ultimo centímetro de la habitación y no rompimos la continuidad de la madera de la mesa.