El descubrir el pasado histórico de la finca, la cual había sido una fábrica que conservaba todavía su esqueleto original, nos marcó la estrategia conceptual a seguir: se descubrió su típica estructura de bóveda catalana que se hallaba escondida sobre los falsos techos y se recuperaron la altura y los amplios espacios originales mediante el completo vaciado de las dos plantas.
La planta baja se conserva como un espacio amplio y fluido pero marcando las distintas zonas de uso. La cocina y el comedor son el espacio central, con vistas hacia la gran terraza exterior. En la cocina se combinan módulos blancos de Bulthaup con altos módulos a medida de roble. A un lado, se encuentra la sala de música concebida como un módulo acústicamente aislado , incluido el techo de bóveda catalana, que puede abrirse mediante unas grandes puertas corredereas de roble, uniendo así el espacio del resto de la planta baja. Al otro lado de la cocina se encuentra una sala de estar y varios espacios auxiliares.
En la planta superior se sitúa la gran biblioteca-estudio, con espacio auxiliar para invitados, y los dormitorios y baños de la familia. La bibioteca está compuesta por grandes librerías a medida de madera de roble con unos finos soportes de acero.
Toda la tabiquería de la vivienda tiene una acabado en barro tan liso que parece microcemento. El color un tanto irregular del barro le da un toque de gran belleza. Todos los lavamanos de los baños son de Corian con espacio de almacenamiento integrado y han sido diseñados por ZEST. En la terraza se ha instalado un sistema de pérgolas de acero a medida y un jacuzzi integrado.
La vivienda dispone de un sistema de aerotermia que suministra el ACS y el agua caliente para la calefacción de suelo radiante en invierno, y en verano suministra el aire fresco de los fancoils. Todo el proyecto de iluminación, mayoritariamente mediante LED, es también de Zest.